Del 24 de junio al 4
de julio tuvo lugar en las instalaciones de Senasa en Ocaña, el 47 campeonato
de España de Vuelo a Vela con presencia exitosa de las Sillas Voladoras gracias
a nuestro socio Miguel Yael.
Desde Las Sillas Voladoras volvemos a poder gritar de
orgullo por el gran resultado de nuestro compañero, amigo y socio, Miguel Yael.
Un año más ha demostrado ser de los más grandes y a pesar de
su limitada experiencia aunque cada año en aumento, este año ha demostrado una
vez más destacar en astucia y saber estar aprovechando su perseverancia vs. el
avión que le presta Ekkehard Schierle y que tan bien le va (St.Libelle).
Si está claro que en esta vida todo es cuestión de buena fe,
buena voluntad, y ser generosos con los demás así como entre ellos, demuestran
que con estas sinergias y con el nombre de las Sillas Voladoras gracias a que
Miguel ya que se empeña en llevar nuestro nombre año tras año, vamos
consiguiendo títulos que a todos nos refuerzan como un ejemplo del “querer, es
poder”.
Miguel Yael, nos narra y explica excelentemente su carrera y
puntos de vista al respecto de todos los días:
El 47 Campeonato de España de Vuelo a Vela 2015, celebrado
en la localidad toledana de Ocaña, fue recibido con unas muy buenas
condiciones. Temperaturas muy altas, buena térmica, altos techos y fructíferos
cúmulos fueron la tónica de los dos primeros días. Esta buena meteo permitió
tareas a punto prefijado con distancias desde 300 a 500km, en las diferentes
clases, que se desarrollaron en su gran parte en los Montes de Toledo,
aprovechando la convergencia típica que allí se forma.
En la Clase Club, José Antonio Blanco, en su Ka-6 Cr, no
dejo de aprovechar estos dos primeros días para realizar dos impresionantes
vuelos que le llevaron a ganar ambas pruebas con 1000 puntos llenando
generosamente su cuenta personal. Por debajo, Miguel Madinabeitia, amigo
del Real Aero Club de Toledo y compañero de la ETSIA, y Gorka Elduayen, piloto
novel en el vuelo sin motor, no así en el parapente, y que con gran éxito se
inicia en la competición, se turnaban en el segundo y tercer puesto del pódium.
En lo que a mi respecta, no acababa de conseguir buenos resultados, bien por mi
falta de forma, o bien por los grandes vuelos que mis compañeros estaban
realizando.
En la tercera jornada comenzó el viento sur,
condición que complicaba las cosas en gran manera a José Antonio. Su avión, el
Ka-6, es un velero diseñado por Alexander Schleicher en 1955 y producido hasta
1970 en sus diferentes versiones. En madera y tela, fue un diseño
revolucionario en la época, consiguiendo muchos éxitos. Con una muy baja carga
alar, típica de los veleros de antaño, se ve en clara desventaja volando contra
el viento al competir contra veleros de fibra. Una desventaja que ni siquiera
su bajo hándicap puede contrarrestar. Y así, en la tercera prueba se alza con
la victoria Gorka. Yo consigo un segundo puesto, seguido por Ignacio Monzón. José
Antonio y Miguel se ven relevados al cuarto y quinto puesto respectivamente,
permitiéndome recortar puntos en la general.
El cuarto día, parecido al anterior, continúa el
viento y las altas temperaturas, que nos acompañarían hasta el final del
campeonato. La organización decide poner una prueba de sectores para facilitar la
prueba. Pese a las desfavorable meteo, Jose Antonio vuelve a demostrar sus
habilidades con otra victoria con 1000 puntos, salvándose con una altura mínima
de 150 m sobre el terreno. En la clasificación general, Jose Antonio, se encuentra
con un claro margen frente al segundo. Miguel, Gorka y yo, nos encontramos con
un margen menor de 20 puntos entre segundo y cuarto. Las cosas están muy
apretadas en la lucha por el pódium. Está siendo un año muy competitivo y todo
puede pasar. Una toma fuera implica bajarse del pódium. Hay que saber ser
constante, volar rápido pero seguro, y esperar el momento, la competición son
siete días y aún quedan tres.
Con la llegada de la quinta jornada, parece que hay
que ir poniéndose las pilas. Así lo hace Miguel, que se antepone con 1000
puntos frente a los 999 de José Antonio. La general no cambia apreciablemente y
el sexto día es suspendido por viento sur. Solo queda una última jornada donde
se decidirá todo.
El último día del campeonato, como parece que viene
siendo habitual, la meteo no nos lo pone fácil. El viento sur continua fuerte y
la inversión tarda en romper. Los días comienzan tarde poniendo a los
participantes en complicaciones al inicio de la prueba. Es el día de victoria o
barbecho, voy cuarto, y no tengo nada que perder, la distancia con el segundo y
tercero es pequeña. José Antonio, tiene un cierto margen y salvo que se viera
obligado a tomar fuera su colchón es lo suficientemente grande como para no
tener problemas. La organización, con buen criterio, asigna una tarea por
sectores en los Montes de Toledo.
Comienza la prueba. Al principio, no tengo problemas
para ascender, el techo alcanza los 1500 m sobre el terreno. Con alguna
dificultad e intentando perder el menor tiempo posible, consigo dar la salida bastante
bien posicionado con la altura máxima que había alcanzado. Dar la salida con la
máxima energía permitida es fundamental, pero también lo es no retrasarse
demasiado ya que ese tiempo perdido al comienzo puede ser valiosísimo al final
del día cuando las condiciones empiecen a deteriorarse. La primera pata de la
tarea hacia el sur viento en cara, es complicada y lenta. Bajo unas nubes sobre
el Embalse de Finisterre me encuentro a José Antonio. Está por encima en la
térmica, sale antes y se dirige al sur-oeste para cruzar el Valle del Milagro.
Yo me mantengo rumbo sur para llegar más directo a la segunda cadena montañosa.
El día no estaba fácil, obsesionado con no perder tiempo en térmicas flojas que
me arrastran sobre mis pasos, llego a los montes con escasos 600 metros sobre
el valle. En esos momentos, José Antonio debía estar tomando en algún campo no
muy lejos al oeste de allí. Yo, desconocedor de la noticia, continuo con mi
vuelo, prácticamente haciendo ladera, con un campo aterrizable siempre
seleccionado, hasta que ya muy bajito, 250 agl, engancho una térmica muy buena
que me lleva por encima de los 1500 m agl. A partir de ahí, térmica buena tras
térmica buena por los montes seguido de un planeo final rapidísimo viento en
cola me llevan a ganar la prueba.
Finalmente, Jose Antonio, al que aprovecho para
felicitar de nuevo, se alza con una merecidísima victoria. En segundo puesto,
un servidor. En tercer puesto Miguel seguido de Gorka. Mis felicitaciones
también para ambos que han hecho un gran campeonato, así como para el resto de
participantes. Hemos conseguido hacer un campeonato muy competitivo, con un
nivel, yo creo, que muy alto. Espero que así continúe en próximas ediciones.
Aprovecho para dar las gracias a la organización, en
concreto a Alfonso Pedrero y Pawel Kwiatkowski, que con su generoso trabajo han
permitido que disfrutemos de una muy buena semana. Así mismo a SENASA por la
organización, los medios empleados, tanto humanos como materiales y por el Premio SENASA que he recibido por mi
juventud en la forma de dos remolques. Gran detalle para fomentar el vuelo sin
motor entre los más jóvenes. Así mismo a Ekkehard Schierle, dueño
del avión que de manera totalmente generosa vuelo. No puedo olvidar a mi novia
Anna y a mi familia por quererme y apoyarme siempre.
Fotos del campeonato por Alfonso Pedrero: https://plus.google.com/photos/107510405905389950719/albums/6168684715003930049