Con una llamada telefónica y el envío posterior de una carta Aviación Civil (la Sección de Medicina Aeronáutica ) citó a Elisabeth y a Diego para el día 5 de junio (o sea ¡9 meses después de salir la nueva normativa!) a hacer la "prueba de simulador" en Ocaña. Sí, a que en la carta lo dice…
Para vuestro conocimiento, Diego es un compañero tetrapléjico que ¡teniendo ya la lesión! se sacó su licencia de ultraligero y cuando se enteraron en Aviación Civil al cabo del tiempo (cuando ya había realizado 140 horas de vuelo) , no se la renovaron, igual que a Elisabeth.
Su caso también lo está llevando Gregorio Toledano.
Como sabéis, la nueva normativa exige, según el artículo 3, punto 2 que ese médico "revisará el informe del médico examinador o centro médico aeronáutico, para efectuar una evaluación de la solicitud del interesado de acuerdo con lo establecido en el apartado 3.125 (a) del anexo de la Orden de 21 de marzo de 2000 y comprobar si se cumplen los requisitos médicos establecidos en esta orden y en las demás normas aplicables.Dicha evaluación incluirá necesariamente una prueba en tierra realizada en un planeador especialmente adaptado para su operación mediante las extremidades superiores, realizada de acuerdo a lo establecido en el artículo 5 de esta orden. La superación de esta prueba es requisito indispensable para la expedición del certificado médico de clase 2 a que se refiere el apartado siguiente."
Volviendo al día 5 de junio, se personaron en Ocaña no sólo la médico que los había llamado, la Dra. Almudena Rodríguez, sino el propio jefe médico de la Sección de Medicina Aeronáutica, Tomás Martín, acompañados por el actual y único examinador de vuelo a vela en España, José Manuel Lega.
Observaron como se metieron en el velero y comprobaron que pueden moverse, volver la cabeza y manejar sin problema los mandos dentro del velero adaptado, el EC-BUO.
Luego cada uno de los 2 hizo un vuelo con el examinador. Diego lleva 20 y pico vuelos de doble mando y, para Elisabeth fue “su nuevo vuelo de examen”.
Todo salió bien, los felicitaron y cuando Elisabeth preguntó a Tomás Martín, esperando que les dijera que ya todo estaba listo para que les dieran la tarjeta de alumno a Diego y a ella, éste contestó, haciéndose el remolón, que había que evaluar todavía el informe del examinador etc.
Dicha respuesta les cayó como un jarro de agua fría después de lo contentísimos que habían estado porque la "prueba en tierra y aire" les había salido tan bien. Enfin, no nos desanimemos, confiemos en que todo se resolverá pronto y que podremos celebrar en cuestión de poco tiempo la expedición de la primera tarjeta de alumno y la primera licencia de una persona con discapacidad en España.
La actitud de Tomás Martín siempre ha sido y seguirá siendo contraria a nuestro objetivo, así que NO nos dejemos influenciar por este personaje tan negativo. ¡La batalla está ganada!