Segundo piloto con discapacidad que consigue la licencia para vuelo a Vela (SPL).
Mi historia |
Os dejo la crónica que hice en mi primera competición, el Regional Castilla la Mancha 2012. Aquí se ve lo bonito, bueno, maravilloso... me quedo sin calificativos, que es volar.
Mi primera competición como piloto al mando:
Mi experiencia volando
en el Regional ha sido lo mejor que me ha pasado y no sólo por aprender
a saber como uno tiene que moverse en el aire para llegar a ser 4º en
la general y hasta 2º el día 17 y último día de la competición, sino
porque lo que Pedro Berlinches te transmite volando es mucho más que
eso. He aprendido a fijarme en todo lo que me rodea y cómo pensar
anticipándome a todo lo que sucede a mi alrededor sin ni mencionar a
cómo pilotar mucho mejor de lo que lo hacia.
Cada día por la mañana todos los participantes teníamos que estar bien atentos
al briefing que nuestro magnífico director de carrera Iñaqui Ulibarri nos iba
describiendo paso por paso, explicándonos los detalles de la tarea para ese día
con sus respectivas normas y restricciones. Importantísimos eran para nosotros
los detalles en cuanto a la meteorología de cada día y las previsiones que se
esperaban para cada una de las horas de la tarde y las zonas diferentes del
recorrido. Temperatura según alturas, humedades relativas etc, etc, marcaban las
características del recorrido según por donde quisiéramos pasar.
Toda una gran cantidad de datos que son junto a todo lo que he aprendido a
valorar fuera del avión mientras avanzas volando, mezclándolo con una gran
precisión en el pilotaje, la posibilidad de obtener un posible buen resultado o
aterrizar en un campo de trigo.
Carlos de Albert y Pedro Berlinches
Al terminar el briefing de rigor diario y anotar gran cantidad de detalles para no
perder pista alguna durante la tarea diría, desayunábamos, preparábamos las
coordenadas en el logger para que nos indicara los puntos por los que pasar y los
registrara cuando se alcanzaban durante la tarea.
Colocar avión en pista, revisarlo, y acomodarse mientras controlas no dejarte notas, logger, agua, gorro, mapas y a ser posible un GPS de ayuda auxiliar que nunca va mal.
Luego, remolcando y todo empieza cuando la puerta de salida se abre y decidimos
cruzarla en el momento adecuado siempre que las ascendencias nos permitan
encararla de la mejor forma, altura y máxima velocidad posible.
Una vez en carrera, todo empieza y en cada instante tienes que estar anticipando
todo lo que va a suceder según lo que hagas. Os puedo garantizar que volar cansa, pero agota tu mente ya que no puedes dejar de darle vueltas a todo mientras das vueltas virando una térmica.
Tras afrontar ascendencias de muchos tipos, basar tu estrategia en la toma
de decisiones en base a observar y escuchar todo lo que va sucediendo a tu
alrededor, finalmente y si todo ha ido bien llegas a campo de origen o bien a algún
campo de trigo previamente elegido y con altura suficiente para preparar una
buena toma “fuera de campo”.
Al fin en Ocaña sea desde la pista de aterrizaje o bien desde el coche y remolque
que te haya venido a rescatar en un campo de trigo en el que hayas ido a parar.
Pues sea desde donde sea, siempre terminas en el bar del club, compartiendo las
vivencias y diferentes experiencias con todos los demás.
El buen humor y la buena compañía por parte de todos hacen que esto de
volar convierta a lo de ir en una silla de ruedas como algo anecdótico y sin más
importancia.
Los resultados fueron los siguientes:
El primer día una buena y larga carrera obteniendo la cuarta posición empezando a las 12:57 completando la tarea en un tiempo de 3:51 con una media de velocidad de 53,5 Km/h para finalmente recorrer 206 Km.
El segundo día se convirtió en un día interminable pasando momentos difíciles y
que hasta nos hacían dudar si podríamos seguir adelante, pero finalmente llegamos en una meritoria octava posición si tenemos en cuenta todo lo que llegamos a luchar sobre el aeródromo de la Mancha aprovechando una leve ascendencia ya en cabecera de pista cuando casi nos decidimos a tomar tierra, pero con destreza llegamos a subir para poder seguir nuestro camino. La tarea se inicio a las 13:30 completándola en un prácticamente increíble exacto mismo tiempo al primer día de 3:53 con una media de velocidad de 48,9 Km/h y finalmente recorrer 189,7 Km.
El tercer día se convirtió en un día no menos difícil pero si más hilvanado y
consecuente con nuestras decisiones pasando también momentos difíciles pero
finalmente llegamos en sexta posición empezando a las 13:12 completando
la tarea en un tiempo de 3:18 con una media de velocidad de 68,9 Km/h para
finalmente recorrer 228,3 Km.
El cuarto y último día fue casi una obra de arte y exceptuando alguna pequeña
decisión con posible mejora, llegamos en segunda posición. Cruzamos línea de
salida a las 12:55 completando la tarea en un tiempo de 2:37 con una media de
velocidad de 76,8 Km/h para finalmente recorrer 201,9 Km.
En cuatro días recorrimos 825,9 km con una media de velocidad de 62 km/h
empleando un tiempo total de 13:39.
Toda una experiencia que no sólo me ha ayudado a ser un mucho mejor piloto,
si no, una mucho mejor persona con capacidad de analizar todo lo que sucede a
mi alrededor en cualquier situación y sobre todo, saber reaccionar en centésimas
tomando decisiones que no tienen vuelta atrás. Volando, en estos instantes,
cuando tienes que tomar según que decisiones en momentos críticos, no hay
muchas alternativas y siempre debes escoger una de las pocas que se te pueden
ocurrir. Esa debe ser la acertada ya que si te equivocas, la siguiente decisión
seguramente no tendrá tantas alternativas reduciéndose a solo una o quizás
ninguna, aumentando los riesgos innecesariamente. Las decisiones han de
tomarse en su tiempo justo y sin dudar, llevarlas a cabo de la mejor forma posible
ya que las segundas oportunidades siempre traerán muchas más complicaciones o simplemente, esa segunda oportunidad, ya no exista.....
Cuanto más sabes dicen, más arriesgas. Pero si sabes arriesgar más, también
debes saber cuando no tienes que arriesgar. Jamás hay que perder el respeto a lo
que representa volar pilotando un planeador sin motor y esos valores son los que
se aprenden con pilotos como Pedro.
Todo lo comentado ha sido gracias a las Sillas Voladoras que luchan por la
igualdad volando y no sería posible sin la cantidad de gente que hay detrás
empujando y ayudando sin ninguna intención más que la de que dejemos de lado
nuestra silla de ruedas, muletas u otros utensilios que nos ayudan a desplazarnos
por tierra y nos dediquemos a sacar lo mejor de nosotros mismos luchando en el
cielo en igualdad de condiciones a los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario