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18 feb 2022

Venta del aeródromo de Ocaña y comentarios al respecto

 Esta es la noticia

Eduardo Díaz del Río es el nuevo dueño del aeródromo de Ocaña, tras haber pagado más siete millones y medio de euros (7.560.000€)  en la segunda  fase de la subasta organizada por Escrapalia Inmuebles.

El complejo total es de casi 35 hectáreas, de las cuales casi 54.000 metros cuadrados están urbanizados. En cuanto a las instalaciones de vuelo, destacan dos pistas cruzadas, una de longitud total de 1.280 metros y otra de 700 metros. Además, hay una plataforma de estacionamiento de aeronaves de 23.400 metros cuadrados y una caseta meteorológica que da servicio a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Además de las instalaciones de vuelo, el Centro de Aviación Deportiva cuenta con instalaciones auxiliares de hangaraje, mantenimiento y repostaje, que dan soporte a las aeronaves que habitualmente operan desde el aeródromo, como a aquellas de paso.

Ahora dos comentarios.

Hoy es un día triste. Se acaba de consumar la subasta del aeródromo público de Ocaña. El Ministerio de Transportes, encabezado por Raquel Sánchez Jiménez, tras cerrar su actividad y despedir a sus trabajadores, ha vendido todas las instalaciones a un inversor privado por 7,5 millones de euros. La razón esgrimida: que el aeródromo es económicamente deficitario.   

Hace más de sesenta años los terrenos de este lugar se expropiaron con el fin de crear un polo aeronáutico de utilidad pública, pues el fomento de la aviación se considera de interés general. Desde entonces, en la Escuela de Vuelo de Ocaña se han formado miles de pilotos, brindándose también la oportunidad a muchas personas de iniciarse en el vuelo o de participar en la actividad aeronáutica; de acercar, en definitiva, la aviación a la gente.

 La cultura aeronáutica revierte grandes beneficios a la sociedad y es considerada de interés público por muchas razones; como tal, debería ser protegida por la Administración del Estado. Sin embargo, hechos como el cierre y venta del aeródromo de Ocaña no son más que otra muestra de que las acciones de nuestros dirigentes no se guían por el bien común. Además, esta decisión resulta chocante viniendo de un gobierno supuestamente tan crítico con la privatización. No menos impactante es su diagnóstico de deficitario, teniendo en cuenta que las instalaciones y condiciones presentes son de primera categoría, todo apunta más bien a que deficitaria es su gestión. Si tanta ruina supusiese, a nadie se le habría ocurrido desembolsar ese dinero por él, máxime cuando la puja abría en millón y medio.     

Los que amamos la aviación deseamos que la nueva propiedad respete la historia del lugar, y trataremos de seguir disfrutando de este maravilloso enclave, contribuyendo a extender desde allí el espíritu aeronáutico. Aunque ya no será como antes, porque antes ese lugar era un poquito más nuestro, porque antes Ocaña era de TODOS.

Abajo una de mis primeras fotos en el aeródromo de Ocaña, donde yo, como tantos otros, aprendí a volar siendo un crío. Muchas gracias a todos los que lo hicisteis posible.


 

 Gabriel Barroso


 

 

 

 

Esperamos seguir pudiendo disfrutar de este lugar tan maravilloso para aprender a volar con seguridad y disfrutar de la Mancha a vista de pájaro… ojalá el nuevo propietario ame tanto la Aviación como nosotros y tenga tantas ganas de que con mucha actividad, podamos entre todos darle la vida y la recurrencia de ingresos suficientes como para que le sea rentable entre las diferentes actividades que podemos generar como Asociación, como Club y como escuela por nuestra parte….

Nosotros podremos ayudar aportando nuestro granito de arena.

Carlos de Albert

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