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21 ene 2007

RUBÉN DOMÍNGUEZ

 RUBÉN DOMÍNGUEZ, cuarto piloto con discapacidad en conseguir su licencia de ULM y PPL.

Tras conseguir licencia ULM

         EL SUEÑO DE RUBÉN

Desde que tuve uso de razón y ayudado por el ambiente aeronáutico que se respiraba en casa, no en vano mi padre era TMA de una importante compañía aérea, siempre quise ponerme a los mandos de un aparato volador; en definitiva, aprender a volar.

Pero a medida que pasaban los años y me fui haciendo mayor, me di cuenta de la cruda realidad. Y esa realidad no era otra que, como consecuencia de una secuela de poliomielitis, enfermedad que me afectó cuando tenía 3 años, mi movilidad estaba reducida y esa circunstancia impedía que pudiera acceder a cualquier tipo de formación relacionada con poder estar a los mandos de un avión, fuera del tipo que fuera.

Ese entusiasmo por volar se fue apagando con los años, si bien nunca del todo, ya que siempre mantuve una fuerte afición por la aeronáutica y dentro de mí quedaba un rescoldo que hacía que mi sueño no se desvaneciese del todo.

Y un día allá por 2014, sin saber cómo ni en qué circunstancias, porque no lo recuerdo, llegó a mis oídos que en el aeródromo de Ocaña daban vuelos en un avión planeador, adaptado para personas con discapacidad. Aquello fue el punto de partida de una nueva etapa en mi vida. ¿Sería que mi sueño y aspiración de ser piloto podría cumplirse?

Ni corto ni perezoso, me puse en contacto con el aeródromo de Ocaña, y allí descubrí que había una asociación llamada Las Sillas Voladoras, fundada unos años antes, de la que en la actualidad me honro en ser su Secretario y Tesorero, y uno de cuyos fines, entre otros, era y sigue siendo el de fomentar el vuelo entre personas con algún tipo de discapacidad. A través de la Asociación hice mis primeros vuelos en planeador, y aquello hizo despertar de nuevo el sueño de mi infancia.

En paralelo a mis primeros vuelos en Ocaña, y gracias a las Sillas Voladoras y a los cambios de normativa en lo referente a vuelo y discapacidad, ya se pudo acceder a volar en aviones con motor, y obtener la licencia de piloto de ultraligero ULM y piloto privado PPL.

No me lo pensé dos veces y así con mucho esfuerzo y dedicación, pero con muchísimas ganas y entusiasmo, a mis 63 años, en Febrero de 2023 obtuve en Ocaña mi licencia de piloto de Ultraligero. No contento con esto, y puesto que ya tenía alguna experiencia en vuelo, me dije ¿ya que estamos, por qué no me intento sacar el PPL?.” Dicho y hecho; me matriculé en el Aeroclub de Sevilla, única escuela en España con aviones adaptados para la obtención de la Licencia de Piloto Privado, y al cabo de unos meses de duro trabajo, pero con un entusiasmo si cabe mucho mayor que cuando me estaba formando en ULM, el día 7 de Noviembre de 2024, aprobé mi examen de Piloto Privado.

Todo esto me lleva a hacer una humilde reflexión:No importa cuándo los sueños se harán realidad, lo verdaderamente importante es que se hagan


Celebrando la consecución de la licencia de PPL

 














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